domingo, 27 de mayo de 2007

CAMBIO CLIMÁTICO, BIODIVERSIDAD Y ESCEPTICISMO

Quiero hacer una breve reflexión sobre el que es , sin duda, el mayor problema ambiental que nos afecta: el cambio climático global. Desde mi trabajo trato de sacar adelante un proyecto para poner mi granito de arena en la lucha contra el cambio climático, especialmente en lo tocante a su efecto sobre la biodiversidad -donde incluyo al Homo sapiens a y sus variantes-, así como sobre los recursos naturales de los que todos y todo depende. En mi vida diaria trato de aplicarme en lo que todos podemos hacer por luchar, individualmente, contra este problema; y además, me intereso y me informo sobre los avances científicos, opiniones, etc. relativos al tema. El caso es que no me considero ejemplar, ni mucho menos, aunque, como véis, hago lo que puedo.

El tema lo saco no porque vaya a hablar sobre el problema en sí (tal vez otro día, con más tiempo, lo haga) sino sobre la actitud que mantienen algunas personas, H. sapiens y sus variantes. Leo en la prensa, a cuento del pasado día internacional de la Biodiversidad -del que, lastimosamente, muy pocos los medios de comunicación se han hecho eco- algunas cifras y causas sobre la pérdida de la misma, donde el cambio climático figura como la más preocupante para nuestro futuro.

Leo a continuación, en las ediciones digitales de los periódicos, las opiniones de las gentes del siglo XXI de un pais como España. De cada 5 opiniones (más o menos), una pertenece a un escéptico que, desde su omnisciente atalaya, se permite el lujo de menospreciar el problema e incluso de recomendar al resto de los mortales que no se crean nada. "Os quieren timar con este asunto; es todo una falacia; ya están otra vez los ecologistas con su catastrofismo"; etc.

Todo el mundo tiene derecho a una opinión. Lo que me sorprende es el elevado porcentaje de escépticos al cambio climático en España. Por supuesto, no he hecho un muestreo científico ni nada parecido. Es, simplemente, una sensación. También puede que tales escépticos sean especialmente proclives a escribir en los foros digitales de la prensa; no se... En cualquier caso, los argumentos que escgrimen son ambigüos, pseudocientíficos, faltos de evidencia o simplemente manipulados a propósito. En el ámbito de la ciencia profesional, ya nadie duda del cambio climático. Entonces, me planteo, ¿porqué duda tanta gente "de la calle"? Sin duda, algunos tendrán intereses (fundamentalmente económicos) para negarlo. Pero estos son los menos. El resto, creo que sencillamente adoptan una posición cómoda: no quieren esforzarse en contrastar sus fuentes, por ejemplo, accediendo al amplísimo elenco de bibliografía científica sobre el tema (incluso existen publicaciones periódicas, Journals, dedicados exclusivamente al cambio climático).

Ser escéptico por ser escéptico. Por adoptar una postura contraria a la marea. Quizá esa sea la forma de pensar de estos tipos/as. Intentar llamar la atención en un asunto que, al fin y al cabo, todavía no está en las portadas de los periódicos todos los días.

Como reflexión, le recomendaría a estos escépticos -a los que no obtienen beneficio directo de serlo- que se documenten, que valoren las opciones existentes con justicia y que se planteen que para ser escéptico hay que poseer un conocimiento muy profundo de un asunto. De lo contrario, caen en la estupidez que nos rodea por todas partes, y vuelven así a integrarse en la marea de la que tratan de destacar.

Para terminar, he adornado esta parrafada con dos fotos mías. La primera pertenece a un abejaruco hembra (Merops apiaster) de la Sierra de Andújar, Jaén. La segunda, a un Zarcero Común (Hippolais polyglotta), de la ribera del Guadarrama, en Madrid. Dos especies
migradoras a las que, como a tantas otras, no sabemos como les afectará este problema.
Ricardo


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