sábado, 22 de octubre de 2011

Un visitante otoñal


Entre las últimas semanas de septiembre y las primeras de octubre tiene lugar el paso otoñal de los colirrojos reales (Phoenicurus phoenicurus) por el centro de España. Proceden sobre todo de Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Francia y del norte de Europa (Noruega, Finlandia, Suecia). Algunos incluso vienen desde Rusia y países del este. Su origen se conoce por las recuperaciones en España de aves anilladas en estos países. Invernan en África subsahariana. Aunque es común durante la migración, es una especie amenazada en España. Ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como “vulnerable”, ya que es relativamente escasa como nidificante y tiene una distribución muy fragmentada.

Foto: Ricardo Gómez Calmaestra

En Madrid es escasísimo como nidificante y se observa mayormente en los pasos migratorios. Recorriendo diferentes medios estos días (como pinares, encinares, bosques de ribera y enebrales), me he llevado la sorpresa de detectarlo sobre todo en enebrales de Juniperus oxycedrus, con encinas y jarales de Cistus ladanifer muy dispersos. Le gustan las formaciones abiertas, con suelo libre donde cazar insectos, pero con algo de cobertura de matorral. 

Foto: Ricardo Gómez Calmaestra

Así, en los enebrales de Hoyo de Manzanares es uno de los pájaros más abundantes en este periodo, mientras que, curiosamente, encinares muy cercanos, a la misma altitud y similares en estructura, apenas son utilizados. En los enebrales los he visto defender pequeños territorios, aunque se suelen agregar en zonas favorables. He contado una docena de aves en el fondo de un valle de apenas 300 m de longitud, lo que supone una densidad muy elevada. No tengo nada claro que es lo que los atrae a estos enebrales en otoño (insectos, frutos), pero en todo caso refuerza el valor de estos medios tan singulares.

Buen otoño 
Ricardo