sábado, 17 de diciembre de 2011

Bandhavgarh (India II)


Bandhavgarh es un Parque Nacional pequeño para el tamaño de un país como India. Tiene apenas 450 km2, unas 45.000 hectáreas. Como reserva para tigres (Proyecto Tigre) se declararon, además, los terrenos adyacentes del Papantha Sanctuary, que añaden unos 250 km2 más al total de la reserva. El relieve define el parque: se trata de una serie de colinas (una treintena más o menos), la más alta con poco más de 800 m, que configuran un territorio quebrado surcado por arroyos y riachuelos que mantienen agua en el parque todo el año. El relieve debe haber salvado este territorio de otros usos, de modo que ha llegado hasta hoy con un buen grado de naturalidad. Los bosques están dominados por Sal (Shorea robusta), que se mezcla con una notable cantidad de otras especies arbóreas. El bambú está también presente, aunque no dominando el sotobosque.

Bosque aclarado, con abundantes lianas 

Típico paisaje de Bandhavgarh. Al fondo, la colina principal, con cortados donde nidifican buitres y otras aves

Grupo de hembras y jóvenes chitales (Axis axis), los ciervos más abundantes en el Parque Nacional

Langures (Semnopithecus entellus)

Sobre la colina más alta se alza el fuerte de Bandhavgarh, hoy abandonado. Data del siglo III y hasta al menos el XVII fue utilizado por las diferentes dinastías gobernantes. En lo más alto hay una piedra circular en la que se sentaban los maharajas para tomar sus decisiones, dominando el territorio a sus pies. Hoy la selva ha engullido el fuerte y solo quedan, aquí y allá, trozos dispersos de muralla u otras construcciones curiosas. Hay una antigua escuela y esculturas diseminadas muy antiguas (siglos X-XI), que muestran diferentes encarnaciones de Vishnu. Destaca la impresionante escultura de Vishnu yaciendo junto a la serpiente Seshnaag, con 7 cabezas. El resto de símbolos también tienen muy en cuenta la fauna: el dios elefante, el dios mono, la tortuga… La fauna debía jugar un papel muy importante para los antiguos habitantes de Bandhavgarh.

Vishnu descansa sobre el rey de las serpientes, Seshnaag, al borde de un estanque en el interior de la jungla

Los restos de esta antigua escuela son hoy soporte para lianas y árboles estranguladores. La jungla reclama su territorio 

Ganesha, el dios elefante

La fauna también tiene hoy un papel principal, al atraer el turismo de naturaleza. El principal reclamo es el tigre (Panthera tigris). Hay entre 40-50 tigres en Bandhavgarh, la mayor densidad del mundo. Esto significa que también hay muchos herbívoros (chitales y sambares sobre todo, pero también nilgais, jabalíes, chinkaras o gacelas indias, gaúres reintroducidos y muntjacs). Se pueden avistar unas 240 especies de aves –nosotros vimos unas 70 en apenas 4 días- y la variedad y cantidad de mariposas diurnas resulta asombrosa.

Carraca india o bengalí (Coracias benghalensis) 

Oruguero grande (Coracina macei), -en inglés Large Cuckooshrike-. A pesar del nombre inglés, no está emparentado con cucos ni con alcaudones, ya que pertenece a la familia Campephagidae.

Robín urraca o mirlourraca (Cossiphus saularis), pequeño túrdido con colorido similar al de nuestras urracas

Hembra de gallo rojo de la jungla (Gallus gallus), el antepasado de las gallinas domésticas   

Mochuelo de jungla (Glaucidium radiatum) 

Marabú menor (Leptotilos javanicus), ave globalmente amenazada (categoría "Vulnerable") 

Abejaruco verde u oriental (Merops orientalis) 

 Cotorra de cabeza azulada o de color ciruela (Plum-headed parakeet, Psittacula cyanocephala)

Bulbul cafre (Pycnonotus cafer)

Bandhavgarh debe ser bastante caluroso en verano, y aunque tiene sus rincones, en general no me resultó tan espectacular como otros parques que visitamos. Pero si alguien me preguntara por el mejor lugar del mundo donde poder observar al impresionante Tigre de Bengala en libertad, yo sin duda le recomendaría este pequeño parque.

Observamos dos tigres en este parque. Este enorme macho nos deleitó durante unos 20 minutos

 Debía haber comido hace poco y andaba pesadamente. Incluso se tumbó a descansar unos minutos. La observación fue a mediodía

En Bandhavgarh pudimos comprobar que el tigre utiliza frecuentemente caminos y pistas para desplazarse, lo que facilita su detección 

Creo que Bandhavgarh es un buen exponente de la fragilidad de la conservación en la India, hoy fundamentalmente centrada en el tigre. Las reservas del Proyecto Tigre están muy bien –allí donde el furtivismo no ha acabado con el felino, claro-, pero aquellas que todavía mantienen pequeñas poblaciones  son sólo islas en un inmenso océano vacío. Si, por la causa que fuera, los tigres desaparecieran de Bandhavgarh, mucha gente se quedaría sin trabajo o sin negocio. El turismo ya no acudiría al parque y entonces, difícilmente se salvaría de la presión demográfica que lo rodea. Urge poner en contacto estas pequeñas islas, aunque sólo sea como medida de seguridad. Con los problemas que derivan de ser el país más superpoblado de la tierra, la India se enfrenta al reto de salvar al tigre como especie "paraguas" para el resto de biodiversidad india. Pero se enfrenta a este reto con una estrategia que se ha quedado muy obsoleta. Espero que este panorama pueda cambiar pronto.


Ricardo

sábado, 10 de diciembre de 2011

Kanha, la jungla misteriosa (India I)


Unas vacaciones en la India pueden dar para mucho. Nosotros las hemos dedicado, sobre todo, a conocer parte de su naturaleza. Los parques nacionales que hemos visitado (Kanha, Bandhavgarh y Corbett) se sitúan en el centro y norte del país, y han sido también declarados “Reserva para el tigre” dentro de un proyecto específicamente creado en 1973 para tratar de conservar al emblemático felino. Además, hemos visitado el Taj Mahal y las montañas del prehimalaya indio. Nos embarcamos en esta aventura Teresa, Pedro, Nacho y yo mismo. Dedico esta entrada al Parque Nacional de Kanha, que me gustó especialmente, con fotos de Teresa y mías.

La jungla de Kanha 

Entre los parques indios, Kanha es todo un “clásico”. Fue creado en 1955 y cubre cerca de 1.000 km2 (o sea, 100.000 hectáreas). Otras 100.000 hectáreas alrededor -zona de “amortiguación” o “buffer”-, también forman parte de la Reserva para tigres, no así del Parque. Parece ser que Kanha inspiró a Kipling su “Libro de la selva”, donde los protagonistas son los animales –Shere Khan, Bagheera, Kaa, Baloo, etc- junto al pequeño Mowgli. Kipling publicó su libro en 1894, y mi impresión es que estos bosques deben haber cambiado poco desde entonces. Si acaso, unos cuantos turistas más y la extensión de una planta invasora, la lantana (Viburnum lantana), que ahora cubre extensas zonas.

En mi opinión, el encanto de Kanha deriva, en buena parte, de su elevada humedad. El paisaje lo forman grandes manchas de bosque deciduo, dominado por Shorea robusta (sal tree) y un denso sotobosque de bambú, impenetrable en algunas zonas. Intercalados en las vaguadas, extensos pastizales. Estos pastos acumulan agua, sobre todo tras el monzón. Así, al amanecer y al atardecer se forman densas nieblas y brumas que envuelven el bosque y le dan un aspecto fantasmagórico y enigmático, ideal para inspirar cuentos como los de Kipling.

Amanece en el Parque Nacional.

El Chacal (Canis aureus) explora los espacios abiertos en busca de carroña y pequeños mamíferos.

Estos pastizales húmedos, formados por hierbas que pueden alcanzar dos o tres metros de altura, son el hábitat de uno de los animales más interesantes de Kanha: el Barashinga (Rucervus duvaucelii). Se trata de un ciervo muy amenazado presente sólo en la meseta de Terai (N de la India), los parques  nacionales de Kaziranga y Manas (Assam, en el NW indio) y Kanha (India central). En Kanha vivían unos 3.000 barashingas en los años 50, mientras que en 1970 sólo quedaban 66. Actualmente parece que se recupera lentamente (puede haber cerca de 500 ejemplares en Kanha). Pero continúa amenazado por el furtivismo y, sobre todo, la pérdida de sus hábitats: los pastizales húmedos y las marismas son áreas apetecidas para mantener ganado doméstico.

El hábitat natural del Barashinga: pastizales y praderas inundadas.

Durante noviembre, los machos del Barashinga están terminando el desarrollo de su nueva cuerna.

Mucho más comunes son otras dos especies de ciervos: los chitales (Axis axis) y los sambares (Cervus unicolor). Los chitales o ciervos moteados forman grandes grupos para pastar en espacios abiertos; los sambares, más solitarios, prefieren el cobijo del bosque. En la espesura de la jungla fue toda una sorpresa encontrar al impresionante Gaur (Bos gaurus). Es el mayor bóvido del mundo, con un peso que puede superar los 1.200 kg. Tímido y confiado, es un animal superlativo, que vive confinado a lo más profundo del bosque.

Tremendo ejemplar macho de Gaur.

Se han citado más de 200 especies de aves en Kanha. Nosotros pudimos ver unas 55 especies (al inicio del invierno hay menos variedad que en otras épocas del año). La avifauna incluye una nutrida comunidad de especies forestales junto a aves acuáticas y otras propias de sabanas y espacios abiertos, aunque sin llegar a estar presentes especies puramente esteparias.

Buitre de Bengala (Gyps bengalensis), especie en grave peligro de extinción en la India. Se estima que el 97% de los buitres de la india han muerto debido al diclofecac, un antiinflamatorio que se suministra al ganado para evitar enfermedades. Al consumir el ganado muerto, los buitres son envenenados.

El Cuco indio (Cuculus micropterus) es un típico habitante del bosque.

Avefría malabar (Vanellus malarbaricus).

Aunque aquí habitan cuones (Cuon alpinus), leopardos (Panthera pardus) y osos bezudos (Melursus ursinus), sin duda, la estrella de la fauna de Kanha es el Tigre de Bengala (Panthera tigris), verdadero emblema de la naturaleza india. Pocas veces he disfrutado tanto observando un animal como a este soberbio felino en su ambiente. Pero aunque en Kanha hay una saludable población, la conservación del tigre en la India pende de un hilo. Es un animal conflictivo, que requiere extensos territorios vírgenes. Al mismo tiempo, es el principal reclamo para un turismo creciente, importante fuente de ingresos para parques y comunidades locales. Paradójicamente, el turismo, que sin duda puede causar molestias al tigre, puede ser la última carta por jugar para lograr que sobreviva en este país superpoblado.

Tras seguir sus huellas durante un largo trecho, dimos con esta preciosa tigresa en la jungla. Un encuentro inolvidable. 

La tigresa inspeccionó un tronco, que marcaría más tarde con su orina. 


El furtivismo de tigres sigue existiendo, alimentando un comercio ilegal de pieles y huesos con otros países asiáticos. La presión por el territorio es también intensa, y las actuales reservas están lejos de garantizar su conservación. Además, existe un aislamiento importante entre las poblaciones indias de tigres. Por todo ello, el futuro de los 2.000 tigres que aproximadamente deben quedar en la India es hoy incierto.

Enorme macho bien conocido en el parque por su cicatriz en la nariz. Los tigres están perfectamente individualizados e incluso tienen nombres propios. Cuando los animales están así "bautizados", es momento de preocuparse por su escaso número.

Tigres, barashingas y demás fauna adornan bosques infinitos y misteriosos en Kanha. Apenas una instantánea de su inmensa riqueza natural. Un parque que realmente merece la pena conocer.

Bosque denso, con un grupo de sambares al fondo.

Los mochuelos brahmanes (Athene brama) nos despidieron de Kanha.

Buen invierno
Ricardo