domingo, 30 de diciembre de 2012

El año de las mariposas


El año que se acaba ha sido mi particular año de las mariposas. Decidí dedicarme a conocer un poco mejor este grupo y para ello visité regularmente durante la primavera y el verano una media docena de sitios. Las visitas a la Sierra de Guadarrama para buscar nuevas especies de mariposas (nuevas para mi, claro) me han dejado recuerdos muy gratos y, sobre todo, una nueva perspectiva de muchos lugares, aunque ya los conociera desde antiguo.

Lo cierto es que las escasas lluvias del invierno pasado hicieron que este 2012 haya sido un año bastante malo para las mariposas. A pesar de ello, he podido encontrar colonias de más de 100 especies diferentes. Mi metodología para asomarme al mundo de estos preciosos insectos ha sido la fotografía. Un pasatiempo relajante que me ha dado muy buenos momentos y que recomiendo como escape para los problemas cotidianos. Y sobre todo en estos tiempos en los que nos quieren hacer creer que lo único que importa es el dinero. Por fortuna, disfrutar de las mariposas todavía es gratis. El año que viene lo intentaré con los escarabajos.

Feliz 2013
Ricardo

 Ortiguera, Aglais urticae

 Aurora o Musgosa, Antocharis cardamines

 Lunares de Plata, Argynnis aglaja

 Laurel, Brenthis daphne

 Mancha Leonada, Coenonympha arcania

 Manchas Verdes, Glaucopsyche alexis

 Cleopatra, Gonepteryx cleopatra

 Dorada Orla Ancha, Ochlodes venatus

 Cejialba, Callophys rubi

 Gris Estriada, Leptotes pirithous

 Atalanta, Vanessa atalanta

 Veloz de las Rieras, Gegenes nostrodamus

 Moradilla del Fresno, Laeosopis roboris

 Manto de Oro, Lycaena virgaureae

 Medioluto Ibérica, Melanargia lachesis

 Blanquiverdosa, Pontia daplidice

 Lobito Listado, Pyronia bathseba

 Arlequín, Zerynthia rumina

 Perlada Violeta, Boloria dia

                                                          Mancha Azul, Satirium spini




viernes, 16 de noviembre de 2012

La malvasía cabeciblanca que en realidad era cabecinegra


Esta es una curiosidad que encontré la primavera pasada, en concreto el 3 de mayo de 2012, en el Saladar de Los Canos. Es un pequeño humedal ubicado entre Garrucha y Vera, en Almería, hoy prácticamente sitiado por la reciente construcción de urbanizaciones cuyas viviendas languidecen sin comprador. Algo habitual en los últimos tiempos en la costa española.

En su parte más accesible, el humedal linda con una carretera muy transitada, aunque una orla de carrizo lo protege  parcialmente. De este modo, todavía es un buen lugar para el refugio y alimentación de numerosas aves: anátidas, larolimícolas, rálidas y paseriformes palustres son frecuentes y abundantes según el momento del año. Destaca la presencia habitual de dos patos gravemente amenazados en España: la Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) y la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala). La primera es escasa -una pareja ha criado recientemente, quizá dos-, mientras que la segunda, sin ser abundante, es más fácil de observar. La mañana del 3 de mayo había, al menos, una docena de malvasías cabeciblancas.


La presencia de las Cercetas pardillas es un auténtico lujo para el sufrido Saladar de Los Canos. A pesar de ello, el humedal no se encuentra protegido.


Macho de Malvasía cabeciblanca con coloración "normal" en la cabeza.


Hembra de Malvasía cabeciblanca.


La sorpresa, por lo inusual, fue la observación de un macho que presentaba la cabeza oscura. Según parece, se trata de una variante en la coloración de los machos de primer verano, poco habitual en el campo (por mi parte, la primera vez que la veo), y reconozco que me desconcertó hasta que pude consultar una buena guía. Esta coloración negra parece ser que se va aclarando con el tiempo, de manera que imagino que al final terminará por emerger la blanca cabeza de la malvasía cabeciblanca.

En cualquier caso, nadie puede dudar de que esta malvasía cabeciblanca en realidad era cabecinegra, lo que sugiere que no hay que tomarse demasiado en serio los nombres de las aves.

El macho cabecinegro de Malvasía cabeciblanca. 


El macho de cabeza negra se mostraba muy territorial, con continuos escarceos con otros machos y persecuciones y posturas de cortejo con las hembras.


 Otra imagen del curioso macho de pato malvasía.


Otoño 2012
Ricardo

domingo, 21 de octubre de 2012

Trepando riscos


Eso mismo –pero sin grandes exageraciones, que ya tenemos una edad- es lo que hemos estado haciendo en los Pirineos durante septiembre. Han sido casi tres semanas en los valles de Roncal y Benasque, con visitas cortas a otros como Ansó, Roncesvalles y alguno más que me olvido. Como siempre, estar en la naturaleza ha sido nuestra única meta, y hemos disfrutado mucho de las cosas que se han puesto a nuestro alcance (paisajes, fauna y flora, bocadillos, etc). Hemos andado entre pastizales alpinos, pinares de pino negro, abetales, hayedos, abedulares, quejigales y robledales, todo aderezado por muchos riscos.


 Larra-Belagua, en Navarra. Pinar de pino negro (Pinus uncinata) y pastos alpinos, casi en la frontera con Francia. Por la izquierda va entrando la niebla.

Teresa y Runa en el Collado Benás, en la zona de Benasque (Huesca), tras una subida del carajo. Al fondo, las nieves del Glacial de la Maladeta.

Teresa y Runa en el Collado del Ampriu (Cerler, Huesca), tras una subida del recopón. Al fondo, la imponente mole caliza de El Turbón.


Hemos podido encontrar mariposas muy interesantes, que han tenido la deferencia de estar, en pleno septiembre y por encima de 1.500 m, todavía volando. Ahí van unas fotos, algunas hechas a más de 2000 m de altitud.

 Montañesa Excéntrica del Pirineo, Erebia roundoui. Esta mariposa, prima hermana de Erebia hispania (antes se consideraba una subespecie de ésta), es un endemismo sólo presente en el Pirineo. La foto está tomada en el Collado del Ampriu, Huesca, sobre el cardo azul Eryngium bourgatii.

Colias verdosa, Colias phicomone. De su género, la especie  más escasa, siempre a gran altitud. En España, únicamente está presente en los Pirineos y la cordillera Cantábrica. Collado del Ampriu, Huesca.

 Niña Coridón, Polyommatus (Lysandra) coridon, forma asturiensis. Relativamente abundante en el Pirineo oscense por encima de 1.200 m. Valle de Estós, Huesca.

Montañesa Convexa, Erebia neoridas. En España, sólo está presente en el Pirineo. Valle de Estós, Huesca.

Mariposa Azul Cintada, Agrodiaetus damon, otra especie rara con distribución muy restringida en España, siempre por encima de 1.000 m. Valle de Estós, Huesca.


También vimos algunas plantitas alpinas en plena floración y, por supuesto, muchas aves.De entre todas me quedo con una que tenía muy poco vista hasta ahora: el treparriscos (Tichodroma muraria). Sin duda, y para mi, la estrella del viaje (para Runa las estrellas han sido las marmotas, a las que ha perseguido con gran dedicación, afortunadamente sin que haya que lamentar bajas).

Marmota (Marmota marmota) de la zona de Cerler, Huesca.


El treparriscos es una especie rara, poco vista habitualmente, aunque aparece en todos los carteles y guías del Pirineo. El que se vea poco puede deberse a que es un pájaro pequeño, -emparentado con los diminutos agateadores-, que se encuentra en densidades bajas al habitar un medio bastante extremo. Además, decide vivir a gran altitud, de manera que no le valen los riscos más accesibles (aunque en otoño-invierno desciende a cortados a menor altitud). Pudimos ver durante bastante tiempo cuatro ejemplares en dos sitios diferentes, a más de 2.000 m en un caso y a unos 1.500 en el otro.

Treparriscos con el plumaje que exhiben las hembras, los juveniles de primer año y los machos durante el  invierno. Pirineo de Huesca.


Se trata de un ave muy singular, que literalmente anda sobre las rocas verticales. De vez en cuando aletea, dándose impulso para seguir trepando. A ratos se para y mete la cabeza entre las grietas, plantas rupícolas o bajo piedras pequeñas –uno de los que pude ver incluso bajó al suelo una vez-, siempre buscando pequeños invertebrados que atrapa con su pico fino y curvado, pico “de precisión”. Sus patas y pies son grandes y me imagino que deben ser muy fuertes para permitirle moverse así.


Trepando por los riscos, como su nombre indica. Pirineo de Huesca.


Pero lo más espectacular es cuando vuela y exhibe todo el colorido de sus anchísimas alas. La forma de las alas, anchas y cortas, es propio de aves con mucha maniobrabilidad: le proporciona gran impulso para ascender por los cortados verticales y le permite giros bruscos para lanzarse sobre los insectos. A cambio, este tipo de vuelo es poco económico (en términos energéticos) y no es adecuado para viajes largos o vuelos sostenidos. 

Aquí se puede ver el colorido de las alas. Pirineo de Huesca.

Otra cosa que me llamó la atención es que los treparriscos que observé se tomaban largas pausas entre prospección y prospección de sus paredones, con objeto de descansar y arreglarse el plumaje. Su exigente modo de vida parece obligarles a que se tengan que recuperar cada poco tiempo de los esfuerzos intensos.

Primer plano de un treparriscos descansando. Pirineo de Huesca.


Otoño 2012
Ricardo

miércoles, 11 de julio de 2012

El Solitario George

Hace un par de semanas estiró la pata “Lonesome George”. El Solitario estaba realmente solo, hasta el punto de ser el último de su antigua estirpe. En 2008 pude verlo durante un viaje a las Galápagos. Vivía en el centro de investigación Darwin, en la isla Santa Cruz. Aunque era oriundo de la isla Pinta, había sido llevado allí hace décadas, cuando se constató que realmente era el último de Pinta. El Solitario era todo lo que quedaba de la especie Chelonoidis abingdonii, aunque durante mucho tiempo había sido considerado una subespecie (Geochelone elephantopus abingdonii). En realidad daba lo mismo; una rama del arbusto evolutivo de la vida se ha perdido para siempre.


Distribución de las diferentes especies/subespecies de tortugas gigantes en el archipiélago de Galápagos. Fuentes: wikimedia.org, Storify.com (USFQ, Univ. San Francisco de Quito).


Las especies y subespecies van y vienen en el tiempo. A veces es un cambio en el clima, otras un meteorito, en ocasiones es la competencia con otras especies la causa su declive y extinción. Todo eso es aceptable. Lo inaceptable es que se vayan tantas especies en tan poco tiempo. En nuestra corta existencia como humanidad moderna, -es decir, desde que distinguimos unas especies de otras y dejamos por escrito lo que pasa-, muchas son las que ya se han ido para siempre.

George y los suyos nunca debieron ser muy abundantes. Perecieron porque los marineros debían abastecerse de carne durante sus travesías. Una tortuga gigante podía transportarse viva, de manera que era una magnífica despensa. Incluso el Beagle, el barco que transportó a Darwin en su famoso viaje entre 1831-1836, hizo acopio de tortugas. El propio Darwin así lo atestiguó en su “Viaje de un Naturalista alrededor del Mundo”, publicado en 1860.


Imágenes de principios del siglo XIX donde aparecen marineros extrayendo la carne de las tortugas (izquierda). A la derecha, los restos del festín. Fuente: onlineculture.co.uk, Storify.com (USFQ, Univ. San Francisco de Quito).


Y lo que no se comió el hambriento marinero lo hicieron las especies que nos han acompañado, intencionadamente o no, en nuestra conquista del mundo. Las ratas bien pudieron depredar las puestas, mientras que las cabras, herbívoros más eficaces que las lentas tortugas, les debieron ganar la partida por competencia en unas islas volcánicas sujetas a fuertes sequías (causadas por los ciclos de las corrientes marinas). En esas circunstancias, encontrar vegetales verdes pudo resultar demasiado complicado para una tortuga gigante.

En 2008, George me pareció que estaba todo lo triste que puede estar una tortuga, y lo cierto es que el espectáculo no me gustó demasiado (no me atraen demasiado los animales en cautiverio). Y a pesar de todo, lo cierto es que el Parque Nacional de las Islas Galápagos intentó que algo de George quedara entre nosotros. En mi cuaderno de campo apunté: “(…) el último de la subespecie de Pinta, que parece ha dado lugar en los último tiempos a tres puestas con las compañeras de corral que le han ido colocando (tortugas de las islas de Sta. Cruz o de Isabela). Los guías se muestran escépticos sobre el resultado de la incubación de estas puestas, y parecen hostiles hacia los gestores del Parque Nacional y hacia la labor científica en particular. El solitario George parece disfrutar de un baño en su piscina privada, a la que bajan a beber los pájaros (…)”. Cuatro años después, George se ha llevado para siempre sus secretos, y su estirpe ha sido borrada del planeta tierra. Llegó a ser un símbolo de la lucha por la conservación de la naturaleza, quizá porque todo el mundo sabía que la batalla estaba perdida de antemano.


El Solitario George en su piscina, en la Estación Darwin, Isla Santa Cruz. Foto: Ricardo Gómez Calmaestra.

Verano 2012. Ricardo

lunes, 25 de junio de 2012

Los huertos urbanos espontáneos de Las Rozas


Por tierras del Parque Regional de la Cuenca del Guadarrama nacen temporales huertos urbanos. Allí donde las alcantarillas se desbordan existe una pequeña transformación del ecosistema que incluye la proliferación de exóticas solanaceas sobre todo. Las semillitas de tomate que se escapan por el fregadero delatan el poco el tratamiento que reciben las aguas residuales que se vierten, el inadecuado dimensionamiento de las redes y sobre todo, la nula atención que reciben estos ecosistemas.

Aquí os traigo unas fotos realizadas en un encinar de este espacio protegido donde se puede apreciar que el vertido constante del agua eutrofizada hace crecer todo un ecosistema diferente. También ocurre lo mismo en otras partes, como en la zona recreativa del Puente del Retamar, que vierte directamente al río Guadarrama.


Algunos ciudadanos de Salvemos las Rozas indignados por esta situación organizaron un "fecal Tour" y consiguieron llamar la atención de la gente, pero me temo que el problema sigue sin resolverse.

A los del ayuntamiento sólo les interesa que el dinero llegue puntual a sus arcas y así garantizarse sus intereses y tremendos salarios. ¿Cómo si no se puede entender que sigan aprobando megaproyectos urbanísticos y complejos deportivos en Espacios Protegidos?



Teresa

jueves, 24 de mayo de 2012

El desajuste de Aguirre

Una de las cuestiones que siempre me ha inquietado es la facilidad que tiene el ser humano de adaptarse a casi todas las situaciones. De poder justificarse y continuar con su vida ignorando el lado negativo de las cosas. Supongo que tendrá algo que ver con el instinto de supervivencia y la necesidad de buscarse la vida, pero a estas alturas de la película, parece que se nos ha ido de las manos. Claro exponente de este sistema es nuestra presidenta de la Comunidad de Madrid: Esperanza Aguirre. Sorprendente siempre en sus declaraciones, día si y día también no deja de conspirar para que la máquina del neoliberalismo no se pare. La estrategia la tiene clara: vender el patrimonio de todos para que el dinero, y lo que puedas hacer con el, te adormezca y pienses que así estes viviendo en un lugar mejor y más seguro. El problema llega cuando de verdad se analizan las cosas y miramos un poco más allá de los 4 años de la legislatura. Todas y cada una de las propuestas de esta presidenta y su lobby me inducen los mismos pensamientos, a saber: 1.- Nos tratan como si fueramos idiotas. 2.- Quizá nos traten así porque los idiotas son ellos y no ven más allá de sus narices. 3.- Los cambios culturales de la humanidad están muy por delante de lo que ha llegado su moral y estamos pagando las consecuencias de este desarreglo. 4.- La moral de esta presidenta es un claro ejemplo de ese desajuste. 5.- ¡Necesito decirlo! Sra. Presidenta, no sea tan ignorante y deje de lavar el cerebro a todos. La imagen que da es patética y es porque en el fondo no hay nada, sólo está la fachada del véndelo como puedas que ya la masa lo asimilará.
Besos. Teresa.

viernes, 24 de febrero de 2012

Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático de la Biodiversidad en España


Ha costado lo suyo pero por fin hemos conseguido dar por finalizado este proyecto. Se trata de una investigación que pretende, mediante modelos estadísticos, predecir que puede ocurrirle a la fauna y flora española en el siglo XXI si se mantienen los escenarios previstos de calentamiento global. La Universidad de Extremadura (flora) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC (fauna), han ejecutado el proyecto y los resultados no son muy alentadores. Se esperan contracciones muy significativas del área de distribución para todo lo forestal –sobre todo de los bosques más húmedos y los de montaña-, mientras que lo más africano y estepárico podría aumentar su distribución, todo ello con un gradiente de desplazamiento predominante S-SW hacia N-NW.




Los dos atlas que se han generado se pueden descargar gratis en la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/inventario-especies-terrestres/ieet_efectos_cambio_climatico.aspx


El estudio tiene sus limitaciones. Por ejemplo, los modelos que predicen la distribución futura se han construido considerando únicamente el “nicho climático” de flora y fauna, es decir, sus “envolventes” en cuanto a temperatura y precipitación actuales (distribución potencial). Estas envolventes se han proyectado al futuro, teniendo en cuenta los modelos existentes del IPCC sobre evolución climática. Pero otras variables que puedan influir en la distribución de las especies no se han tenido en cuenta, ya que hubieran supuesto un trabajo inabordable. Pero aunque los modelos se equivoquen con algunas especies (el tiempo lo dirá), los patrones generales son bastante fiables, y coinciden con otros trabajos hechos a escala europea.


Los anfibios van a verse afectados muy negativamente, quizá el grupo más críticamente amenazado por el calentamiento. La rana común (Pelophilax perezi) puede ser una excepción por su distribución amplia y continua.

Los reptiles, a priori, perderán menos distribución potencial que los anfibios, pero se verán muy negativamente afectadas especies de alta montaña, como la endémica lagartija serrana (Iberolacerta cyreni) de la sierra de Guadarrama.

Muchas aves van a verse amenazadas, aunque algo menos que anfibios y mamíferos por su mayor capacidad de desplazamiento. Elanio azul (Elanus caeruleus) de Los Pedroches, Córdoba. 


Gran parte de los mamíferos perderán hábitat potencial y lo tendrán difícil para desplazarse hacia sus óptimos climáticos en un país donde la naturaleza está tan fragmentada. Tejón (Meles meles)  


Aunque algunos ganarán, muchos otros perderán territorio. Algunos no podrán desplazarse hacia las nuevas zonas donde se encuentre su óptimo climático por la existencia de barreras; otros perderán definitivamente su nicho climático en España. Merece la pena intentar conocer nuestra biodiversidad actual y dejar testimonio de ella, porque el futuro traerá cambios importantes. El estudio propone medidas de adaptación que se pueden comenzar a poner en práctica, pues también se señala que los instrumentos necesarios están ya disponibles. Se trata de una gran oportunidad para empezar a hacer conservación “preventiva”, evitando que se pierda (por nuestra culpa, el calentamiento es antrópico) una parte importante de nuestra biodiversidad.

Ricardo