Durante el año pasado no tuve
tiempo de dedicar una entrada del blog al pajarillo estival que más me ha
costado encontrar últimamente: el alzacola (Cercothichas
galactotes). Lo había estado buscando en la provincia de Almería, en algunos
de los sitios donde, en teoría, era una especie numerosa en el pasado. Sin
embargo, sus poblaciones han disminuido mucho y ahora es muy difícil encontrarlo
en esta provincia. Pero en su rango occidental de distribución en
España (Extremadura, provincia de Sevilla, etc.) parece haber ocurrido lo
contrario, de manera que es posible que la especie se encuentre en expansión en
este ámbito geográfico. De todas formas, aunque se ha encontrado en nuevas
localidades, no existen estudios concluyentes que comparen distribuciones
pasadas y presentes por ahora.
Los alzacolas que muestro en
estas fotos corresponden a una nutrida población que se ubica en el oeste de la
provincia de Sevilla, en plena campiña.
Foto 1. El alzacola es una
especie migradora transahariana, presente en todo el sur del paleártico
occidental, incluyendo el norte de África y el Sahel. En España selecciona
ambientes semiáridos y cultivos secos, con preferencia por olivares, viñedos,
almendrales y algarrobales, además de setos de chumberas.
Foto 2. Con la cola elevada, en la actitud que le ha dado nombre. La cola es muy rojiza, con los extremos de las rectrices blancos y las puntas oscuras, lo que destaca mucho. Se supone que el movimiento de esta "bandera" caudal sirve para la comunicación intraespecífica, en especial entre los miembros de la pareja y entre machos rivales.
El hábitat en esta zona es
típicamente agrícola y destaca la presencia de chumberas, que el alzacola
utiliza tanto para ocultarse de los depredadores como para dejarse ver,
subiéndose a lo más alto para cantar. Además, no es raro encontrar nidos de
alzacola entre las espinas de las chumberas.
Foto 3. Macho cantando desde lo
alto de una chumbera, normalmente la mayor atalaya disponible en zonas desarboladas.
Foto 4. Hábitat agrícola del alzacola en plena campiña
sevillana.
Hay varias especies de chumberas en España, la más extendida de las cuales es Opuntia ficus-indica. Fueron introducidas desde América tropical hace siglos, tanto por su fruto como por servir de alimento a las cochinillas (productoras de tinte) y, especialmente, por formar setos –auténticas murallas de espinas- usadas en algunas zonas costeras como defensa frente a las incursiones de la piratería. Hoy las chumberas se encuentran incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013), de manera que deberán ser erradicadas, a pesar del posible impacto que ello pueda tener sobre el alzacola.
Feliz 2015.
Ricardo
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