jueves, 19 de agosto de 2010

Kenia (3)


Brutales imágenes. Masai Mara, mayo de 2010. Un león encuentra un kongoni (Alcelaphus buselaphus) tumbado en la hierba y le da muerte con un mordisco sostenido en el cuello. Después se lo lleva a la espesura de unos matorrales para comérselo, fuera de la vista de hienas y otras potenciales molestias.

Menos mal que todavía quedan sitios donde este tipo de cosas ocurren con normalidad. Pero el mundo se vuelve loco por momentos: el gobierno de Tanzania ha aprobado la ejecución de una carretera de 480 km que atravesará el Serengeti y puede interrumpir la migración anual entre éste y el Masai Mara. El impacto de una carretera aquí puede ser tremendo, tanto durante las obras como durante su funcionamiento, y pretenden comenzar en 2012.

Las necesidades de las poblaciones del norte de Tanzania, que tienen que dar un rodeo de 400 km para llegar a Dar es Salaam, se enfrentan al mantenimiento de uno de los mayores espectáculos naturales que quedan en el planeta. Existen trazados alternativos -rodeando el Serengeti-, pero no son contemplados por el gobierno tanzano, que quiere una red de carreteras nacional similar a las que disfrutamos en países europeos. Mientras, se denuncian intereses ocultos del gobierno ¿Está Tanzania a punto de cargarse su particular gallina de los huevos de oro? ¿Cómo afectará todo esto al continuo Serengeti-Masai Mara?

Las carreteras no son solo carreteras; son una avanzadilla de todo lo que puede venir detrás, enarbolando la bandera del progreso. Espero que el sentido común prevalezca, aunque no sea lo habitual, y se tenga en cuenta el verdadero valor de las cosas.

Prefiero quedarme con las imágenes de la extraordinaria vida salvaje que todavía allí sobrevive. Unas leonas, ajenas a los nubarrones que se ciernen, dan buena cuenta de un búfalo. Me alegra enormemente haber podido ver todo esto con mis propios ojos.


Verano de 2010
Ricardo

1 comentario:

Nacho Aransay dijo...

Aaaagh, yo voy a pedir que os hagan la autopista por medio de vuestro salón, que es lo que os merecéis, mequetrefes. Sobre todo el que ha tomado las fotos.