Esta es una curiosidad que encontré la
primavera pasada, en concreto el 3 de mayo de 2012, en el Saladar de
Los Canos. Es un pequeño humedal ubicado entre Garrucha y Vera, en Almería, hoy prácticamente sitiado por la reciente construcción de urbanizaciones cuyas viviendas languidecen sin comprador. Algo habitual en los últimos tiempos en la costa española.
En su parte más accesible, el humedal linda
con una carretera muy transitada, aunque una orla de carrizo lo protege parcialmente. De este modo, todavía es un buen lugar
para el refugio y alimentación de numerosas aves: anátidas, larolimícolas, rálidas
y paseriformes palustres son frecuentes y abundantes según el momento del año.
Destaca la presencia habitual de dos patos gravemente
amenazados en España: la
Cerceta pardilla (Marmaronetta
angustirostris) y la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala). La primera es escasa -una pareja ha criado
recientemente, quizá dos-, mientras que la segunda, sin ser abundante, es más
fácil de observar. La mañana del 3 de mayo había, al menos, una
docena de malvasías cabeciblancas.
La presencia de las Cercetas pardillas es un auténtico lujo para el sufrido Saladar de Los Canos. A pesar de ello, el humedal no se encuentra protegido.
Macho de Malvasía cabeciblanca con coloración "normal" en la cabeza.
Hembra de Malvasía cabeciblanca.
La sorpresa, por lo inusual, fue la
observación de un macho que presentaba la cabeza
oscura. Según parece, se trata de una variante en la coloración de los machos de primer verano, poco habitual en el campo (por mi parte, la
primera vez que la veo), y reconozco que me desconcertó hasta que pude
consultar una buena guía. Esta coloración negra parece ser que se va aclarando
con el tiempo, de manera que imagino que al final terminará por emerger la blanca cabeza de la malvasía cabeciblanca.
En cualquier caso, nadie puede dudar de que esta malvasía cabeciblanca en
realidad era cabecinegra, lo que sugiere que no
hay que tomarse demasiado en serio los nombres de las aves.
El macho cabecinegro de Malvasía cabeciblanca.
El macho de cabeza negra se mostraba muy territorial, con continuos escarceos con otros machos y persecuciones y posturas de cortejo con las hembras.
Otra imagen del curioso macho de pato malvasía.
Otoño 2012
Ricardo
1 comentario:
¿Se comerá un colín el malvasío cabecinegro? Tendrás que volver para contárnoslo
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